¿Le duele la parte baja de la espalda y teme tener una hernia discal lumbar? Por supuesto, sólo un médico puede comprobar si realmente es así. Pero nosotros podemos ayudarle a clasificar mejor sus síntomas de antemano y, posiblemente, a dar juntos los primeros pasos para aliviar el dolor. Para ello, nos gustaría explicarle brevemente qué es una hernia discal lumbar, cuándo puede producirse y cómo debe tratarse. Nos centraremos menos en conocimientos médicos detallados y más en ejercicios y consejos adecuados para el día a día. Vamos allá.
Contenido
1. ¿qué es una hernia discal en la columna lumbar (especialmente en las 4/5 vértebras lumbares)?
2. hernia discal lumbar: síntomas en primer plano
3. hernia discal lumbar: opciones de tratamiento
4. hernia discal lumbar: ejercicios realmente útiles
5. ¿Pertenezco al grupo de riesgo de sufrir una hernia discal lumbar?
¿Qué es una hernia discal en la columna lumbar (especialmente en las 4/5 vértebras lumbares)?
Para ello, primero tenemos que comprender: ¿Cómo están estructurados nuestros discos intervertebrales y qué función cumplen? Los discos intervertebrales son estructuras flexibles en forma de disco situadas entre las distintas vértebras de la columna vertebral. Están formados por un anillo exterior de cartílago fibroso y un núcleo interior gelatinoso. Como una especie de amortiguador, distribuyen el peso del cuerpo sobre la columna vertebral y le permiten moverse. Por desgracia, los discos intervertebrales pueden dañarse por el envejecimiento, el desgaste, las lesiones o el uso excesivo. Cuando la capa externa de un disco se debilita o se rompe, el núcleo interno puede empujar a través del desgarro y presionar un nervio adyacente o la médula espinal, dando lugar a una dolorosa hernia discal. Las hernias discales más frecuentes se producen en la columna lumbar, normalmente entre las vértebras lumbares 4/5.
Nota: Una hernia discal en la columna lumbar también suele denominarse hernia discal lumbar.
Diferencia entre lumbago y hernia discal
Los términos "lumbago" y "hernia discal (columna lumbar)" suelen utilizarse indistintamente, aunque existen claras diferencias. Mientras que el lumbago es un dolor agudo y repentino directamente en la espalda (por ejemplo, desencadenado por un movimiento brusco), la hernia discal se desarrolla con el tiempo. Está causada por un desgarro en la capa externa del disco intervertebral, del que sale tejido que presiona los nervios circundantes. El dolor de espalda inicial se ve sustituido o complementado por un dolor irradiado hacia la pierna y el pie y una sensación de entumecimiento.
Hernia discal lumbar: síntomas en primer plano
Cualquiera que se haya visto afectado alguna vez lo sabe: una hernia discal en la vértebra lumbar es extremadamente dolorosa. Sin embargo, los síntomas varían en función de las vértebras afectadas. A menudo se ven afectadas la parte trasera, delantera o externa de una o ambas piernas. Esto se denomina dolor irradiado, que va desde las nalgas por la pierna hasta el pie y es típico de una hernia discal lumbar. El dolor directamente en la columna lumbar, es decir, en la parte baja de la espalda, no es tan pronunciado o incluso puede estar completamente ausente.
Nota: Por supuesto, el dolor lumbar descrito también puede tener otras causas, no tiene por qué ser necesariamente una hernia discal lumbar. La tensión muscular provocada por estar sentado demasiado tiempo o hacer poco ejercicio, por ejemplo, es una de las principales causas de dolor de espalda, nalgas o piernas. Puede aliviarlos fácilmente con ejercicios de estiramiento, masajes (de fascia) o con la ayuda de una esterilla de acupresión.
Hernia discal lumbar 4/5: Síntomas
- Si la vértebra lumbar 4 está afectada, el dolor suele extenderse desde el muslo hasta la rodilla. Además, hay entumecimiento en la parte anterior del muslo y en la cara interna de la parte inferior de la pierna, que se nota especialmente al subir escaleras.
- Si la vértebra lumbar 5 está afectada, el dolor se siente principalmente en las nalgas, en el borde externo del muslo y se extiende hasta el pie. El dedo gordo, en particular, o toda la planta del pie suelen estar entumecidos.
Es bueno saberlo: La mayoría de las hernias discales desaparecen al cabo de unas 6-8 semanas por sí solas o con terapia convencional (analgésicos y fisioterapia cuidadosa). No obstante, siempre debes consultar a un médico si sospechas que tienes una hernia discal lumbar.
¿Cómo se realiza el diagnóstico?
Si se sospecha una hernia discal lumbar, el médico realizará primero una exploración física completa. Comprobará si hay dolor, limitaciones de movimiento o debilidad muscular. En función de los resultados, podrá iniciar un tratamiento con ejercicios especiales, masajes, calor o analgésicos. Si estas medidas no ayudan y el dolor persiste al cabo de unas 4-6 semanas, también puede realizarse una resonancia magnética de la hernia discal en la columna lumbar. De este modo, el médico puede determinar la posición exacta y el tamaño de la hernia y comprobar si hay compresión nerviosa. También es posible realizar una electromiografía (EMG). Mide la actividad eléctrica de los músculos y los nervios y, por tanto, también ayuda a diferenciar la hernia discal de otras enfermedades.
Hernia discal en la columna lumbar: opciones terapéuticas
Una vez que todos los datos están sobre la mesa, puede iniciarse el tratamiento. En el caso de una hernia discal en la vértebra lumbar, suele ser prometedora una combinación de distintos tratamientos, por ejemplo
- Los ejercicios de relajación y estiramiento estimulan la circulación y mejoran la movilidad de la zona afectada. También ayudan a fortalecer los músculos que rodean la columna vertebral, lo que puede aliviar la presión sobre el disco. Más sobre esto en un momento.
- Los ejercicios especiales de fisioterapia también pueden ayudar a aliviar, movilizar y fortalecer la zona afectada.
- El calor localizado, por ejemplo con compresas de barro o una bolsa de agua caliente, aflojará los músculos y aliviará el dolor.
- Los masajes también ayudan a aliviar el dolor agudo y a mejorar la circulación sanguínea en la zona afectada en caso de hernia discal lumbar. Un masaje también puede ayudar a aflojar los músculos tensos y mejorar la flexibilidad de la región afectada. También tenemos algunos consejos más al respecto.
- El ejercicio moderado puede aliviar el dolor, mejorar la flexibilidad y la movilidad y favorecer el proceso de curación en caso de hernia discal lumbar. Suele recomendarse realizar ejercicios ligeros o moderados que fortalezcan y estiren la espalda, como yoga, pilates, natación o senderismo.
Si todos estos métodos de tratamiento conservador no tienen éxito, su médico le informará sobre una operación de disco lumbar o un disco lumbar artificial.
Hernia discal lumbar: ejercicios que realmente ayudan
Existen distintos ejercicios que pueden ayudarte en caso de hernia discal lumbar. Por un lado, es importante aliviar el dolor rápidamente; por otro, debe llevar a cabo una rutina diaria respetuosa con la espalda a largo plazo y trabajar también en el fortalecimiento de los músculos del tronco. Estos músculos ayudan a la columna vertebral y, por tanto, también a los discos intervertebrales en su trabajo diario de apoyo. Los siguientes ejercicios son ideales para estos fines y, además, son fáciles y rápidos de hacer:
Paso 1: Reducir el dolor
El calor y los analgésicos son ideales para detener el dolor inmediatamente y relajar los músculos. Para que no tengas que depender de estos últimos durante demasiado tiempo, los ejercicios adecuados también pueden aliviarte. Aquí tienes dos ejercicios eficaces para una hernia discal aguda en la columna lumbar:
- Posición de step tumbado: Este ejercicio es muy sencillo. Túmbate boca arriba y coloca la parte inferior de las piernas en un ángulo de 90 grados sobre un montón de almohadas. Esto alivia la presión sobre la columna lumbar y alivia inmediatamente el dolor.
- Alivie la tensión mientras está sentado: Para ello, siéntese boca abajo en una silla e inclínese ligeramente hacia delante sobre el respaldo de la misma. De este modo, se absorbe parte del peso que recae sobre la columna lumbar.
Paso 2: Estimular la circulación y fortalecer los músculos
Después de una hernia discal lumbar no se recomienda guardar reposo absoluto, aunque el dolor pueda tentarle a hacerlo. El ejercicio moderado y suave para la espalda ayuda a la regeneración. Los siguientes ejercicios que puede hacer en casa después de una hernia discal lumbar mejorarán la circulación sanguínea y fortalecerán los músculos centrales:
- Tensa y relaja el vientre: Túmbate boca arriba, flexiona ligeramente las piernas y coloca ambas manos sobre el estómago (una por encima y otra por debajo del ombligo). Ahora respire profundamente hacia el estómago y sienta cómo ambas manos suben y bajan. Ahora intente meter conscientemente la parte inferior del abdomen al exhalar y mantenga esta tensión durante unos 7-10 segundos. Mientras siga respirando de forma uniforme, sólo se moverá la mano superior. Precaución: La pelvis y la columna vertebral no deben tambalearse durante este ejercicio.
- Active el suelo pélvico: Para este ejercicio, adopte la misma posición inicial que en el ejercicio anterior, pero coloque las manos ligeramente hacia un lado en la parte inferior del abdomen, justo al lado de los huesos de la cadera. Ahora inspire profundamente y, al espirar, intente tirar del suelo pélvico hacia el ombligo (es decir, hacia arriba y hacia dentro). Atención: la pelvis y la columna permanecerán rígidas, pero notará un ligero movimiento bajo las manos. Esta tensión activa sobre todo los grupos musculares estabilizadores que sostienen la columna vertebral.
- Estimular la circulación sanguínea: Este ejercicio mata dos pájaros de un tiro: reduces el estrés y estimulas la circulación sanguínea en la espalda. Basta con tumbarse en una esterilla de acupresión para sentir cómo la espalda vuelve a "cobrar vida". Los numerosos puntos de presión estimulan la circulación sanguínea y mejoran el suministro de oxígeno. De este modo, ayudas a tus músculos a relajarse a largo plazo.
Paso 3: Una vida cotidiana respetuosa con la espalda
Después de una hernia discal en la columna lumbar, es importante que te muevas de forma adecuada para tu espalda para favorecer tu recuperación y evitar daños mayores en la columna. Aquí tienes algunos consejos que sin duda debes seguir:
- Evite las sobrecargas: Evite actividades que sobrecarguen mucho la columna vertebral, por ejemplo, levantar objetos pesados o entrenamientos intensivos.
- Asegúrese de adoptar una buena postura: una mala postura puede sobrecargar la columna vertebral y dificultar el proceso de curación. Así que adopta siempre una postura erguida y evita permanecer en una misma posición durante largos periodos de tiempo.
- Utilice muebles ergonómicos: los muebles de diseño ergonómico, por ejemplo en el lugar de trabajo, le ayudan a mantener una postura saludable y alivian la tensión de la columna vertebral.
- Use zapatos adecuados: Unos zapatos con buena amortiguación y ajuste también contribuyen a una postura en la que la columna vertebral se descarga de forma óptima.
- Evite el estrés: El estrés puede provocar tensión en los músculos de la espalda y dificultar el proceso de curación. Por lo tanto, intente reducir el estrés o evitarlo en primer lugar, por ejemplo mediante técnicas de relajación como el yoga o la meditación. Importante: la regularidad es la clave. Así que dedica al menos 10 minutos por la noche a tu salud, por ejemplo en la esterilla de yoga o acupresión. Le sentará bien.
¿Pertenezco al grupo de riesgo de sufrir una hernia discal lumbar?
Y, por último, otro punto importante: lo más importante, tanto si se trata de una primera hernia discal como de una hernia recurrente, es, por supuesto, la prevención. En cuanto conozca todas las causas de una hernia discal lumbar, podrá desterrar de su vida los factores de riesgo asociados, o al menos minimizarlos. Preste atención a los siguientes aspectos:
- Postura permanentemente estática, por ejemplo, cuando se trabaja en un escritorio.
- Muy poco movimiento
- Tensión unilateral, por ejemplo, por levantar peso constantemente o practicar deportes con movimientos bruscos de torsión, como el tenis.
- Músculos atrofiados en la espalda y el abdomen
- Desgaste debido a la edad y/o al esfuerzo
- Exceso de peso, que sobrecarga la columna vertebral.
- debilitamiento del tejido conjuntivo, hereditario u hormonal (embarazo)
- Posturas forzadas, por ejemplo, debido a antiguas lesiones o deformidades.
Nuestra conclusión
Si ha sufrido una hernia discal lumbar, no tiene por qué operarse. Muchas hernias discales lumbares pueden curarse con medidas terapéuticas específicas como calor, masajes y ejercicios adecuados. Sin embargo, lo más importante es que existen numerosas formas de prevenir una (nueva) hernia discal (en la columna lumbar o en otras zonas de la columna vertebral): ¡utilícelas! No sólo tienen la ventaja de que son fáciles de integrar en su vida cotidiana, sino que también benefician a su salud en general. No aceptamos el argumento de "no hay tiempo". Porque seamos sinceros: 10 minutos menos en tu smartphone y 10 minutos en la Esterilla son factibles. Introduce esta rutina y pronto te darás cuenta de lo buena que es para ti. Empieza poco a poco, siente la energía resultante y aprovéchala para crecer poco a poco. Lo que empieza con 10 minutos en la esterilla de acupresión puede convertirse en una sesión de yoga de 20 minutos al cabo de unas semanas y luego en una visita semanal a la piscina. Le deseamos mucho éxito.